Mason Greenwood acaparó los titulares este domingo en la prensa británica. El jugador del Manchester United fue arrestado como sospechoso de presunta violación y agresión a su pareja Harriet Robson después de que esta subiera varias fotos de lesiones presuntamente provocadas por el delantero de los red devils.
Si bien la noticia ha sorprendido, la prensa inglesa si repasa lo complicado del carácter de Mason Greenwood por hechos pasados y la preocupación que ya había en el club, una que se ha disparado tras lo sucedido. El United no tardó en reaccionar y apartó al jugador hasta que la situación se esclarezca.
Aseguran en el Daily Mail que, debajo de la apariencia de un chaval reservado, hay una mala gestión del ego desde bien joven. Este diario afirma que en el club ya había preocupación por su actitud, que también sería alimentada por su entorno.
En lo extradeportivo, Greenwood es sospechoso de montar fiestas en propiedades alquiladas en pleno confinamiento y también fue expulsado de la selección al invitar a varias chicas a la habitación con Phil Foden durante una concentración.
Si bien el del City supo darle la vuelta a la situación y ganarse su hueco, la carrera internacional de Greenwood se frenó. Este tenía hueco en la Eurocopa pasada, pero decidió borrarse para ‘curar una lesión’ que arrastraba. Las comillas las puso la propia prensa británica, que cuestiona la actitud del jugador, que creen que realmente basó su renuncia en que temía no jugar. Para no jugar, afirman, decidió no acudir a la convocatoria.
Problemas con Inglaterra y también con el Manchester United. Aseguran que, aunque fuera reservado, no le faltaba ego y este chocó con un nuevo liderazgo: el de Cristiano Ronaldo. Afirman que cuando en su última entrevista el portugués se refería a la actitud de los jóvenes de ahora («No solo me refiero al fútbol, esta nueva generación, probablemente de los 90 o los 95, ven la vida, el fútbol y los problemas de manera diferente»), se dirigió indirectamente a un Greenwood, que no aceptaría bien sus consejos.
A todo esto habría que sumar incluso un ego desbocado en su negociación con los patrocinadores. Daily Mail añade que en las últimas negociaciones con Nike, Mason pidió unos emolumentos de máxima superestrella. Si no llegaban, afirman, no les temblaría la mano para firmar con cualquier otra marca.
Ese carácter, aseguran, le valió ciertas reticencias a la hora de su renovación dentro del club. Esta se acabó firmando porque entendieron que el talento prevalecería y se forjaría el carácter en lo que parecían arrebatos de juventud y un malentendimiento del privilegio. Tras las últimas acusaciones, Greenwood tendrá que hacer frente a un nuevo episodio del que tendrá que responder ante la justicia. Sin poder regatear.
Fuente: As
