El Udinese – Roma de la Serie A ha tenido que ser suspendido después de que Ndicka, futbolista de la Roma, sintiese un fuerte dolor en el pecho y rápidamente se tirase al suelo, haciendo ver que no podía continuar. Las asistencias médicas saltaron rápidamente al terreno de juego para atenderlo y se lo llevaron en camilla a los vestuarios. Los futbolistas que estaban en el campo, visiblemente consternados, decidieron no continuar para ver lo que le pasaba exactamente al futbolista. Tras varios minutos de incertidumbre, el colegiado decidió suspender el partido y que se jueguen los veinte minutos restantes más adelante.
Tímidamente, el central del equipo visitante dijo con su pulgar que estaba bien con un gesto demasiado discreto, haciendo ver que no estaba en tan buen estado como podía aparentar. Pairetto, colegiado del encuentro, no dudó y decidió suspender el encuentro tras hablar con los representantes de Udinese y de Roma y decidir que lo mejor era esperar para comprobar su verdadero estado de salud. Como es lógico, ninguno de los futbolistas quiere seguir jugando hasta que no sepa exactamente qué es lo que le pasa a Ndicka y, sin cuerpo para jugar a fútbol, esperarán hasta que el diagnóstico sea más exacto y puedan conocer el alcance de la gravedad.
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Fuente: CadenaSer